Por: Célula Othón Salazar
La Asociación de Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (APPAUNAM), surgió como contrapeso a la organización sindical democrática del profesorado universitario en 1975.
Si bien la APPAUNAM se jacta a través de sus medios de comunicación de representar los intereses de los académicos de la UNAM y de trabajar por el mejoramiento de las condiciones laborales, económicas y académicas, la realidad es que en estos 43 años que ha ostentado la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, las condiciones laborales de la mayoría de los académicos de la UNAM han empeorado.
En la última negociación sobre el aumento salarial el acuerdo final, no superó el 4.3%, porcentaje por demás ridículo, considerando la inflación del presente año que supera el 8%. Por otro lado, durante años, las autoridades universitarias han tratado a los profesores de asignatura como personal académico de segunda, manteniéndolos como interinos de forma indefinida, y sometiendo su contratación semestre a semestre a complacencia de la autoridad en turno. En cuánto a la representatividad y legitimidad de las y los representantes del APPAUNAM a todos los niveles (locales y generales) , estos no son elegidos democráticamente y las negociaciones al respecto no son abiertas.
Muy al contrario de lo que dice defender esta organización, su presencia en la universidad ha servido como obstáculo e incluso grupo de choque ante la organización legítima de los académicos, que de forma independientes del APPAUNAM, han buscado mejoras en sus condiciones laborales. Tal fue el caso del movimiento de las y los profesores en la ENES Morelia, que en el 2021 durante varias semanas de movilizaciones lograron sentar a las autoridades para que firmaran acuerdos en beneficio de los académicos. Cuando llegaron los delegados del APPAUNAM amenazaron a las autoridades de la ENES Morelia para que no firmaran los acuerdos con el movimiento de profesores, pues en caso de hacerlo iban a tener un conflicto con la misma APPAUNAM. La actitud revanchista de estaorganización servil ocasionó que las autoridades detuvieran las negociaciones con el movimiento legítimo de los profesores.
A demás de la nula defensa o incluso del bloqueo a la organización democrática y legitima de los académicos para la mejora de sus condiciones, la APPAUNAM se dedica a asesorar legalmente a los académicos de tiempo completo (profesores de carrera, técnicos académicos e investigadores) que han sido acusados de acoso laboral o sexual por alumnas. Muchos casos de acoso del personal académico de tiempo completo se han documentado en los últimos años, y el APPAUNAM ha servido de apoyo legal a estos profesores, que impunemente continúan laborando y durante el “proceso de investigación en su contra”, jamás perdieron sus derechos laborales ni gremiales.
Al respecto reconocemos que el compromiso de un sindicato es defender a las y los trabajadores, pero esto no se puede hacer de forma ciega y mucho menos convertirse en un medio para evitar la responsabilidad jurídica.
Por todo lo anterior expuesto, hacemos un llamado a todas y todos los académicos de la universidad para que este 27 y 28 de febrero emitan su voto de forma consciente respecto al contrato colectivo que les rige. Por primera vez, en más de 40 años, las y los académicos de la UNAM tienen en sus manos la posibilidad de desconocer un contrato que nos les favorece y que no les ampara.
La historia no se repite y este momento puede ser aprovechado para discutir un nuevo contrato que reconozca el valioso esfuerzo y contribución que hacen la mayoría de los trabajadores académicos de asignatura. Los derechos del actual contrato no se perderán, pero si se vota por la NO legitimación de este, es posible mejorar esos derechos para que efectivamente favorezca a la mayoría de los académicos universitarios.
¡Por un verdadero, sindicalismo combativo, democrático e independiente!
Partido Comunista de México. Célula Othón Salazar