LAS ELECCIONES NO SON NUESTRO CAMINO

Como es común en época electoral, la mayoría de los temas políticos y de polémica social y económica suelen dirigirse al terreno electoral y muchas veces la gente nos pregunta por quién vamos a votar o a qué candidata o candidato vamos a favorecer. También ha habido personas que con buenas intenciones nos han sugerido emprender el camino de las candidaturas independientes o de buscar un registro ante el Instituto Nacional Electoral, y finalmente, se han suscitado confusiones derivadas de que existen organizaciones con denominaciones muy similares a la nuestra que han declarado su interés en participar en el próximo periodo electoral, ya sea de forma independiente o sumándose de manera indirecta a la campaña de la candidata de MORENA, Claudia Sheinbaum. Es por ello que consideramos necesario hacer la siguiente exposición de motivos del por qué el PCdeM sigue manteniendo su independencia política tanto con respecto a los partidos de la socialdemocracia como con respecto a la participación electoral.

No está de más que lo hacemos con respeto a las organizaciones que tienen una posición distinta a la nuestra, con algunas de ellas tenemos buena relación y hemos compartido frentes de lucha importantes, sin embargo desde nuestra perspectiva, es necesario externar con toda claridad nuestra posición, pues esta misma habla de nuestras posibilidades y nuestras limitantes en la política de alianzas del PCdeM.

1.- Nuestro nombre, Partido Comunista de México, PCdeM, deriva del concepto leninista de organización de un estado mayor de la clase trabajadora quien pueda jugar un papel orientador y de vanguardia en la lucha revolucionaria, por el derrocamiento del régimen capitalista y la instauración de un Estado proletario que dirija el camino hacia una sociedad sin explotación ni opresión, el comunismo.

Entendemos que por el curso de los acontecimientos en México y por el auge de la llamada “transición a la democracia” de la que algunos autores socialdemócratas y liberales hablaron desde los años 90 del siglo anterior, así como por la propaganda de Estado y la publicidad comercial, la mayoría de la gente entiende que los Partidos Políticos necesariamente han de competir en elecciones; sin embargo, se trata de una imprecisión conceptual, y nosotros seguimos organizados como partido, en el sentido leninista, sin estar procurando el escenario electoral.

2.- Si bien Lenin, y otros autores reconocidos de la lucha comunista, estuvieron abiertos a la posibilidad de que algunos partidos comunistas llegaran a participar en el terreno electoral, también ellos mismos explicaron que esa decisión tendría que partir de un análisis dialéctico y táctico del territorio y momento histórico en donde esta decisión tenga que tomarse, aclarando que en ciertos casos puede ser un grave error hacerlo y en otros no hacerlo.

Según el análisis de la realidad política nacional que ha realizado en pleno la militancia del PCdeM en sus respectivos congresos, en México NO están dadas las condiciones para que un partido que verdaderamente busca la transformación profunda de la realidad, pueda sacar un buen resultado político participando en las elecciones, en ninguno de los niveles de gobierno. Cuando hablamos de resultado no sólo nos referimos al boletaje, sino a que de la campaña resulte algo positivo para la organización. Si de por sí, la democracia burguesa tiende a ser un fraude, y una ilusión para el pueblo trabajador, en México a esto hay que sumar la larga historia de corrupción que ahora se engrana con la fusión del crimen organizado dentro de todo el espectro del régimen económico y político mexicano.

Lo que nosotros apreciamos es que el sistema electoral en México tiene la suficiente complejidad para anular cualquier utilidad que una organización como la nuestra pueda buscar insertándose en el terreno electoral. En México, hemos visto como la mayoría de las organizaciones que se dicen revolucionarias y que se insertan a la fila de alianzas electorales con algún partido de la social-democracia, en el caso de México, PRD entre 1988 y 2013 y MORENA del 2013 a la fecha (También pasó con el PRI en el período post-revolucionario), terminan desdibujando su programa político, su actitud y compromiso revolucionario y más temprano que tarde terminan cayendo en las redes de la corrupción y del dinero, mientras que las y los individuos que honestamente lo intentaron, terminan desertando decepcionados de sus antiguos camaradas y de la política en general.

3.- El camino de las candidaturas independientes en México ha tenido un destino similar, pues al final, las organizaciones terminan comprendiendo que para sacar buenos resultados electorales, necesitan replicar las mismas prácticas que realizan los partidos políticos que sí tienen buenos resultados en ellas como lo son la subordinación de la  ideología y la práctica del partido a las condiciones que pongan los patrocinadores de la campaña, la vulgarización de los símbolos y  el discurso político que fácilmente cae en la demagogia y el oportunismo, y en muchos casos, la dependencia financiera de la actividad electoral, pues de ella depende el patrocinio del partido. Al final, en lugar de tener cuadros profesionales para la revolución lo que se obtiene es una extensión de la burocracia electorera de gente que se educa en el arte de la demagogia y la retórica pero que cada vez es más lejana a la realidad cotidiana del trabajador asalariado; no sólo eso, sino que muchas veces éste, de manera honesta y entusiasta colabora financieramente para mantener a una secta de personas que sólo se dedica a gastarse ese dinero en una suerte de labor burocrática subvencionada. Al generar este modus vivendi, a los supuestos independientes electorales, no les queda otra más que terminar formándose a la cola de coaliciones electorales dirigidas por la socialdemocracia y obtener por su “alianza” algunos puestos en la burocracia intermedia de estado.

4.- Los casos en que la historia ha dado un papel notable a campañas electorales de Partidos Comunistas como lo fue en su  momento la construcción de  la Unidad Popular en Chile y las candidaturas de Salvador Allende, tuvieron como antesala la organización amplia, nacional, sólida, militante y de base de un Partido Comunista cuya esencia y principal actividad no giraba alrededor de lo electoral, sino que ese terreno se prestaba en el análisis de aquel tiempo, como una excepcionalidad por la tradición democrática chilena. El intento se justificaba, sin embargo, todos sabemos que aun así topó con un muro que la política electoral no pudo derribar.

5.- En este momento, lo que nosotros apreciamos es que ni nosotros ni ninguna otra organización de la izquierda independiente en México, tiene en estos momentos las condiciones de fortaleza que tuvo por ejemplo el PC de Chile en los años 60 y 70 del siglo pasado, y que sin embargo, las dificultades y complejidades del sistema en este momento son bastante fuertes para imponerse.

Por nuestra parte, pensamos que en este momento sólo dos razones podrían motivar nuestra participación en  el terreno electoral; la primera sería un honesto desacierto que nos haga subestimar la capacidad del Estado y de su sistema electoral combinado con una sobreestimación fantasiosa de nuestras fuerzas; y la segunda, un claro oportunismo político, es decir, que sabiendo la imposibilidad de ello, nos prestemos a fortalecer deliberadamente la confusión entre lucha política y participación electoral con el fin de proyectarnos o proyectar a algunas personalidades de nuestra organización, con el fin de conseguir dinero a través de crear un espejismo que no engaña al Estado pero sí podría engañar a nuestros seguidores.

Finalmente, sólo quisiéramos reiterar algo que emanó de nuestro más reciente congreso y que forma parte de su declaración política, en donde se analiza el por qué en este momento la corriente comunista no es favorecida por las modas políticas y publicitarias, muy ligadas por cierto al terreno electoral, y el sobre cómo estamos visualizando nuestro papel en la lucha de clases y en la construcción de una organización que pueda cumplir con nuestros objetivos históricos:

Trabajar por transformar dicha situación implica aprender a ser útiles y visibles para la clase trabajadora y para el pueblo trabajador y explotado a quien pretendemos dirigir, ir visibilizando como viable y exitosa nuestra forma de organización y lucha, escalando posiciones hasta ser visibles para un sector mayor tanto de la clase trabajadora, como del pueblo trabajador y explotado. Lo concreto atrae la atención sobre lo abstracto, lo superficial atrae la atención sobre lo profundo, y aunque a veces parezca efímero, es necesario que cada cuadro del partido lo sepa hacer, pues de dichas experiencias es que brotará la acertada táctica revolucionaria que necesitamos para el cumplimiento de nuestro papel histórico.

De este modo, nuestro partido seguirá la senda que llevamos construyendo años, la preparación de cuadros que sean útiles para la lucha proletaria en lugar de  hacer  útil la lucha proletaria para la promoción de nuestros cuadros; y esa preparación y esa determinación se da sobre todo en el terreno de la práctica, en la inserción de todas y todos ellos en algún frente de batalla popular, en los sindicatos, frentes estudiantiles, organizaciones populares y de base, en donde el cuadro disciplinado y comunista aporte sustancialmente a la lucha concreta y donde ésta aporte al cuadro la experiencia necesaria para ser replicada cada vez en más frentes. Nuestro partido ha logrado avances significativos en ello y no vamos a descarrilarlos lanzándonos a un terreno controlado por la publicidad y el dinero; en cualquier caso, la historia habrá de ser la única que juzgue y que defina si nuestra elección táctica fue atinada o errónea.

¡POR LA REVOLUCIÓN Y EL FUTURO COMUNISTA!

¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!

PARTIDO COMUNISTA DE MÉXICO

PCdeM

Deja un comentario