NADIE TE VA A EXTRAÑAR TRUMP

Por: Eduardo Victoria*

Dijo Mao en una entrevista en 1956 que todos los reaccionarios son “tigres de papel” y el ridículo final de la presidencia de Donald Trump es una muestra clara que confirma esta frase.

En política exterior, no hubo muro, no arrasó a la Revolución Cubana, no pudo imponer a Guaidó, no acabó con el MAS de Bolivia, no engañó a Corea del Norte, no destruyó a Irán, no estableció un gobierno funcional ni en Afganistán ni en Irak, no frenó la influencia geoestratégica Rusa, no reconfiguró a la OTAN y fue derrotado en la guerra comercial contra China.

En tanto que en política interna, no regresó las fábricas ni la industria pesada a su país, no encarceló a los corruptos, no acabó con los indocumentados, no controló al Partido Republicano, no llevó adelante una reforma conservadora, no pudo mitigar la pandemia, no impuso su presupuesto y a partir del último trimestre del 2020, se convirtió en una caricatura. A Trump lo abandonó su partido, su vicepresidente, su gabinete, sus socios, buena parte de sus seguidores, los medios, Silicon Valley , Wall Street, las agencias de seguridad y sus aliados extranjeros. Nada quedó del gringo bravucón que “iba a hacer a América grandiosa otra vez”, y si bien es cierto que el trumpismo no está muerto, al menos por los próximos años no ocupará planos estelares.

La derrota de Trump fue política; y aunada a una serie de circunstancias y malos cálculos lo llevaron al desastre. China es más fuerte de lo que creía, los Bolivarianos están mejor organizados de lo que esperaba, Corea del Norte es más dura negociando de lo que imaginaba, la Revolución Cubana sigue vigente y la oligarquía yanqui (a la que él pertenece) es más pusilánime de lo que el propio Donald sospechaba; en definitiva, Estados Unidos está más lejos que nunca de ser una potencia indispensable.

Adiós Donald, nadie te va a extrañar Mao siempre va a tener la razón, los reaccionarios son tan solo tigres de papel.